La edición 2023 de “Blowing Thrash” cumple pero está lejos de ser un documento indispensable. Cómo dice Juan Pablo Uribe co-fundador del magazine en su prólogo, “Pueden agarrar este disco y hacer una linda fogatita”, refiriéndose a “Spreading The Disease” de Anthrax. Yo no me animaría a hacer eso con este libro pero lo que veo aquí no es más que una mera invitación a coleccionistas nostálgicos que quieren ver cómics y afiches de shows de la época dorada del Thrash. Hay contenido gráfico interesante y fotografías también, pero en cuanto a lectura, hay reproducciones de entrevistas y reseñas que cumplen pero que la letra y tipografía le hace un flaco favor. Creo que ahí se tendría que haber trabajado un poco más en el “remake”sin lentes o lupa se hace prácticamente imposible. Solamente el prólogo por Uribe y una reseña de Anton Reisenegger cuenta con un tamaño estándar y decente para los que nos gusta leer sin mayores contratiempos. Hay otros documentos escritos a mano a la ‘Garage Days’ de Metallica, varias cartas a Anton de sus amigos músicos en el extranjero, Kreator, DRI, Tankard, Sepultura y SOD y otros. Naturalmente en Inglés, y a propósito de estos últimos, ‘speak English or die!’, porque más allá de morir o no, no vas a entender ninguna mierda!! Se roza aquí peligrosamente el narcisismo y no me parece del todo relevante. Pero hay cosas que sí lo son, un par de entrevistas con preguntas adolescentes entre la guerra de los thrashers versus los posers y otras lo suficientemente ingenuas pero que a la larga cumplen. Quizás habrá sido la época o “cosas de la juventud” y es que “Blowing Thrash”, es precisamente eso, un viaje al pasado con muchas postales y varias de ellas muy buenas. Algo así como el álbum de foto familiar que le sacaste el polvo y te pusiste a hojear y te trajo un sinfín de recuerdos que te hicieron sonreír y por qué no, cabecear también.
Gustavo Moraga Z.