En una profunda entrevista para la revista Rolling Stones, Ozzy Osbourne, habló acerca de sus problemas de salud, y compartió divertidos y reveladores momentos acerca de él y sus amigos. A continuación parte de la conversación.
Randy Rhoads, el primer guitarrista con el que Ozzy trabajó luego de ser expulsado de Black Sabbath, no era un gran fan de Van Halen.
Antes de unirse a la banda de Ozzy, Rhoads había tocado guitarra en bandas como Quiet Riot, quienes tocaban en el mismo circuito que Van Halen, en el Sunset Strip de Los Angeles, California. Tanto Rhoads (fue recientemente reconocido por el Rock and Roll Hall of Fame) y Van Halen, eran los guitarristas a ver a mediados de los setenta, con “llamaradas” similares, e incorporando la técnica del tapping (golpeteo con los dedos), hacia raudos solos. A pesar de esto, Van Halen se transformó en un héroe de la guitarra primero que Randy, gracias al éxito inmediato de Van Halen.
“Escuché recientemente que Eddie Van Halen dijo que le había enseñado a Randy todo, y nunca fue así”, dijo Osbourne. “Para ser honesto, Randy nunca tuvo nada amable qué decir de Eddie. Quizás tuvieron sus problemas o lo que sea, lo cierto es que eran rivales”.
“Las bandas en el Ozzfest decían, “Sabbath nos influenció”, Ozzy dice perplejo. “He escuchado algunas y no hay ni siquiera un poquito de Sabbath ahí. Pero con otras es como ‘que cresta está pasando?’”. Ozzy gruñe con su mejor voz vomitiva tipo death metal: “Muerte…muere, arrrgh”. “De que mierda se trata todo esto?”, pregunta el Madman. “Pero bueno, igual al final le dimos a alguien un escenario”.