Rob Halford, mundialmente conocido como “The Metal God”, fue vital en moldear el sello que entendemos como Heavy Metal, a través de los setenta y ochenta, y una década después, se transformó en el primer gay declarado del género. Halford reflexionó acerca de ese periodo. “Pienso que es una experiencia que cada gay pasa, sentirte desolado, y sintiendo que eres la única persona en el mundo que se siente de esa manera. No se hablaba en los medios, en ninguna clase de ellos, menos en la TV. Para mí no fue hasta antes de mis treinta, finales de mis veinte, que sentí que era parte de esto. Existe todavía una actitud prejuiciosa acerca de los homosexuales. Sé que es un poco más fácil hoy, pero sigue siendo difícil, especialmente en el mundo del Heavy Metal. Pero sabes? Me gusta pensar que rompí con ese mito”.
Halford no se ve a sí mismo como un icono gay, sino como un cantante de Metal que integra bandas. “No porque mi sexualidad no sea considerada normal, va a tener que acarrear un poquito más de interés de la prensa”. Encuentra que es increíble que no tenga relaciones con parejas gay mediáticas, pero entiende que es porque ´no pueden conectar con el sacrificado mundo del Heavy Metal´. “Nunca he sido abordado por ninguna clase de persona, o verme envuelto en esa clase de publicidad. Pienso que el Heavy Metal todavía es visto, y seguirá siéndolo, como un ambiente muy machista, y los medios gays aún lo tratan con indiferencia”.